Aquellos que conviven o cuidan a pacientes con demencia han de tener en cuenta algunas pautas que serán de vital importancia para que el paciente se sienta seguro y respetado. Así por ejemplo:
- Evitar las discusiones y en su lugar buscar puntos en común.
- No tratar de razonar con él; hacer que se sienta seguro en su entorno.
- No dar lecciones, sino comprende los motivos que le han llevado a actuar de esa manera.
- Evitar que sienta verguenza por su comportamiento o por sus errores; siempre es mejor normalizar lo ocurrido.
- No esperar que recuerde; por el contrario, rememorar las situaciones y los hechos.
- Evitar comentarios como "te lo he dicho mil veces".
- No decirle lo que no puede hacer, sino animarlo a que lo intente.
- En lugar de expresarle pena o lástima, hacerle sentir que es una persona capaz.
- No forzar ni propinar castigos, sino reforzar sus aciertos y ensalzarlo por ello.
Las personas con Alzheimer u otras demencias necesitan sentirse útiles a pesar de sus limitaciones o problemas de memoria. Si el entorno donde viven les proporciona seguridad y apoyo, y no hay obstáculos que dificulten sus capacidades, su conducta será más "acertada".
Aunque el deterioro cognitivo sea progresivo, siempre quedarán capacidades y aspectos de su personalidad que tendrán que ser entendidos y respetados.
Formación e información: estos son dos de los aspectos fundamentales que todo cuidador necesita para poder atender a un paciente con demencia.
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