Las consecuencias de un daño cerebral adquirido conllevan alteraciones
en el funcionamiento cognitivo, emocional y/o conductual que afectan principalmente
a los pacientes, pero también a sus familiares y cuidadores.
Greg Dunn Disponible aqui
La Neuropsicología
Clínica es una disciplina que cuenta con herramientas que permiten evaluar los efectos de la lesión sobre los procesos cognitivos y emocionales y proporciona técnicas para
la rehabilitación de las funciones alteradas. En este sentido, el uso de
estrategias no farmacológicas permite, o bien rehabilitar la función alterada a
través de ejercicios centrados específicamente en la neurorehabilitación de los déficits, o bien compensar
las dificultades en determinadas tareas, utilizando para
ello otras funciones preservadas.
A su vez, es posible el uso de ayudas técnicas o dispositivos para el
desarrollo eficaz de las actividades. La elección de una u otra estrategia
depende de las necesidades del paciente en cada momento, pero lo ideal es hacer
un uso combinado de estrategias y sobre todo que el material y tipo de
actividades de estimulación sean ecológicas. De ahí la importancia y el valor que adquiere la
rehabilitación en el domicilio o donde la persona reside.
Como ejemplo de tareas sencillas, podemos trabajar las funciones ejecutivas pidiendo a
la persona que ordene su armario por categorías previamente establecidas, esto
es, las prendas de lana, por un lado, la ropa deportiva, por otro, etc. De
igual forma, resulta muy positivo la orientación y para ello podemos trabajar con el mapa de un lugar conocido; podemos
pedirle que piense en el recorrido que haría para llegar de un punto a otro,
evitando, al mismo tiempo, pasar por una calle o parada en particular.
Asimismo, podemos animarle a utilizar la imaginación y hacer un “paseo mental”
por su casa, imaginando una habitación, para que recuerde cómo es ese lugar,
qué objetos hay y dónde se encuentran.
La
intervención neuropsicológica toma como base la
neuroplasticidad, que es “la respuesta que da el cerebro para adaptarse a
las nuevas situaciones y restablecer el equilibrio alterado, después de una
lesión”.
Y es que numerosas investigaciones ponen en evidencia la capacidad que tienen
las neuronas lesionadas para regenerarse y establecer conexiones nuevas
incluso, después de haber pasado largo tiempo desde que ocurrió el daño cerebral.
El objetivo de la intervención sobre los pacientes es favorecer que la
persona pueda llevar una vida lo más normalizada posible, apoyarle psicológicamente
durante la rehabilitación y preparar el escenario para que pueda manejarse de
la manera más autónoma posible en su día a día. Ello implica realizar un
entrenamiento para favorecer el aprendizaje o re-aprendizaje de habilidades y
el manejo de las ayudas técnicas que necesite.
Si necesitas más información sobre tratamientos de neuropsicología y estimulación cognitiva, en Másquemente podemos informarte y valorar tu situación.
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